Tras dos semanas de competición Nacional no se pueden sacar excesivas conclusiones, pero si algunos apuntes de dos partidos muy distintos pero con aspectos en común.
Ambos resultados muy ajustados, se definieron en los minutos finales, siempre por detrás en el marcador, nos hacen ver que debemos intentar controlar los partidos para no sufrir.
Si bien en el segundo partido mejoramos mucho la disciplina en el campo, una serie de errores infantiles nos condenaron a luchar contra un marcador adverso muy elevado.
Esta semana continua el trabajo de cara al partido del sábado contra el G.E.I.E.G, equipo de Girona que ha retornado este año a la categoría nacional.
Ibiza R.C. – Rugby Club Ponent (13-14)
El Rugby Club Ponent arrancó una nueva temporada en Primera Nacional con una sufrida victoria en el derbi balear ante el Ibiza RC (13-14), en un partido típico de inicio de campaña, de escaso juego y marcado por la lluvia caída en Can Misses, que se resolvió en los instantes finales.
El conjunto entrenado por sexto año consecutivo por el neocelandés Sean Judkins se presenta de nuevo en la categoría de bronce con la incertidumbre de la renovación que cada verano afecta al rugby español. Los efectos de la crisis también se dejan notar en una Primera Nacional reducida a tres grupos. El Ponent competirá en el 2º, que se ha visto reducido a 7 equipos, siendo nuevamente el único equipo mallorquín en la categoría. Ibiza RC, los catalanes Poble Nou, GEiEG de Girona y Sitges, y el Tecnidex Valencia serán sus rivales durante una temporada que se presenta más abierta que nunca.
Con un equipo aún en construcción, el Ponent empezó de la mejor forma posible, llevándose el siempre complicado derbi balear ante un aguerrido Ibiza. Los pitiusos, que tras un verano incierto han podido mantenerse en la categoría, se adelantaron con su único ensayo de la tarde, contestado por los mallorquines antes del descanso (7-7).
En la reanudación, dos golpes de castigo adelantaron a los locales (13-7), pero el Ponent tiró de experiencia para, en una jugada ensayada en la zona de 22 ibicenca, anotar el ensayo que le daba el primer triunfo cuando apenas quedaba tiempo.
Rugby Club Ponent – Poble Nou Enginyers (29-31)
Fue un partido extraño el vivido ayer en el Príncipes de España en el debut del Rugby Club Ponent ante su afición en la presente temporada. Enfrente, un Poble Nou Enginyers convertido en bestia negra para los mallorquines al final del pasado curso y que aprovechó diez minutos de indecisión local para abrir una brecha insalvable en el marcador. En una segunda parte de lucha sin descanso, la remontada se quedó a las puertas tras los cinco ensayos del Ponent (uno más que su rival), pero la falta de puntería en las transformaciones a palos evitó el espectacular vuelco en el marcador. Al final, los verdes salvaron los muebles sumando dos puntos, uno por ensayos convertidos y otro por derrota por menos de 7 puntos.
El partido arrancó con un golpe de castigo a favor local, centrado pero con el viento en contra, que se marchó fuera de los palos catalanes. Mal presagio. El toma y daca en delantera marcó la primera media hora de partido sin que el marcador se moviera. En la recta final del primer tiempo, Poble Nou aprovechó varios despistes de la zaga local para anotar hasta tres marcas. En la última jugada, el Ponent erró un pase final con olor a ensayo (0-21).
Con todo perdido, el quince mallorquín cambió de cara tras el descanso. Tomó la posesión, y con la garra que siempre le ha caracterizado, inició la remontada con dos ensayos casi consecutivos… errando las sencillas patadas adicionales (10-21). Otro error de placaje incomprensible permitió a los catalanes ampliar la distancia en el marcador mediada la segunda parte (10-28, ellos no fallaron con los pies), rápidamente contestada por el ímpetu local (15-28, de nuevo sin los dos puntos extra).
En plena avalancha local, el apertura catalán acertó con un chut de drop centrado, tres puntos más a la postre definitivos (15-31). El Ponent no bajó los brazos y, en la recta final, buscó el cuarto ensayo de la tarde que le diera al menos un punto bonus. Lo logró interceptando un balón rival y, rompiendo la racha, anotó la transformación más lejana de la tarde (22-31). En la jugada siguiente, un espectacular slalom del local Rich Smith levantó al público de la grada dejando el electrónico en el ajustado 29-31 final. El Ponent dispuso de la última bola para dar la vuelta al resultado, pero la fortuna esquiva durante toda la tarde no permitió que el último oval caído en la zona de marca visitante acabara en las manos del jugador local.