Ni Octavio Acebes hubiera podido predecir a los fundadores del Rugby Club Ponent que tan sólo cinco años después de que el sueño tomase forma de club, el primer equipo tendría que jugarse el pase a la fase de ascenso a División de Honor B ante el histórico RC L´Hospitalet.
Y aquí estamos. A dos victorias de conseguir el derecho a jugarnos el ascenso a la categoría de plata del rugby español.
Lo que podría ser un pequeño paso o una obligación para un club consagrado es una gran gesta para nosotros, los baleares, una de las tradicionales cenicientas del rugby español por la que pocos hubiesen apostado.
Por suerte, quienes sí confiaban en nosotros estaban de puertas para adentro, desde la directiva o el entrenador, hasta unos jugadores que han aprendido a no poner límites a la ilusión.
Descarga, imprime y cuelga el poster
Por ello creo que no exagero si digo que el partido de mañana es el más importante de la historia del club. Por la entidad del rival, que militaba en División de Honor mientras el Ponent se engendraba entre tapas y vinos, y por el hecho de que el siguiente partido frente al ya descendido Elche RC, parece a priori más asequible que el encuentro de mañana.
Sin ir más lejos, ante el Hospi hemos sufrido una de las victorias más dolorosas de esta temporada, en un partido para olvidar en el que no estuvimos a la altura de las exigencias deportivas y de actitud que el mismo requería. La espina está clavada y quitarla pasa por dar el do de pecho desde el pitido inicial, sin incurrir en los defectos que hicimos patentes en la Feixa Llarga.
Además, se repite una situación similar a la del año pasado, aunque el objetivo y la necesidad de ganar son bien distintos en ambos casos. En aquella ocasión, nos visitaba un GEiEG con el que nos jugábamos la última plaza de permanencia en la categoría. Era un partido asequible pero no estuvimos a la altura, y tan sólo la victoria del Sant Cugat ante los gerundenses en la siguiente jornada nos salvó los papeles.
Esta vez tenemos que asegurarlo en casa y no esperar que sean nuestros tradicionales adeversarios del StQ quienes nos hagan los deberes en el choque de la próxima jornada, que los enfrentará a nuestro rival de mañana.
Por eso es necesario que todo el club, sus seguidores y amigos estén a la altura de los acontecimientos. Los jugadores dando el callo, poniendo todo para llevarse el gato al agua. El aliento desde fuera será mañana más indispensable que nunca y confiamos en contar con esa pequeña ventaja, la única que tenemos frente a nuestro rival.
Será mañana a las 16hs, sobre la incipiente calvicie de Príncipes de España.